La evolución del queso se remonta a hace 5,000 años, a la época cuando las personas aprendieron a conservar la leche cuajada de manera natural drenando el suero líquido, luego salaban el requesón para darle sabor y conservarlo. En algún momento se descubrió que la textura del requesón se volvía más flexible con la ayuda del cuajo de la enzima, que se producía de manera natural en los estómagos de animales. El crecimiento y la actividad de las enzimas en el queso hicieron que éste se desarrollara y cambiara. Posteriormente se descubrió que algunos quesos podían añejarse y guardarse durante meses o años.
Agregar ácido o cultivo láctico a la leche, lo que hace que se fermente el azúcar en la leche, produce queso. El requesón (Coagulación) de la leche hace que ésta se separe en semi-sólidos y suero líquido. El tipo de queso que se produce está determinado por varios factores que incluyen el tipo de cultivo, la cantidad de suero que permanezca en el requesón, cómo se procesa el requesón después de drenar el suero, la cantidad de presión que se aplica al requesón y si se pretende que el queso sea fresco o añejado. En el caso del queso añejado, se agita el requesón y en algunos casos se calienta, luego se drena el suero y el resto del requesón se sala y presiona en forma de queso. Los quesos frescos, por otro lado, se pueden hacer con requesón sin cocer o cocido, drenar el suero en varios grados y formado o sin formar. Los quesos frescos se hacen para consumirse inmediatamente y los añejos pueden dejarse madurar durante un periodo que va de semanas a años.
Cuando compre queso, asegúrese que el paquete esté perfectamente bien envuelto, hermético y sellado y observe que el queso en el interior luzca perfecto y sea atractivo. No compre ningún queso que luzca seco o sin color porque el paquete podría estar abierto. Con los quesos frescos, revise la fecha de vigencia del paquete. La mayoría de los quesos conservarán su sabor y calidad en su refrigerador si se guardan debidamente. Mantenga los quesos en el refrigerador hasta que los necesite. Una vez que lo abra, siga estos sencillos pasos para guardar el queso:
Una onza de queso natural como de queso Cheddar, Jack o Mozzarella contiene aproximadamente 20 por ciento de la ingesta diaria recomendada de calcio de una persona. Quienes son sensibles o intolerantes a la lactosa también pueden disfrutar el queso siempre y cuando coman variedades duras naturales (añejados) o suaves-maduros que contienen poca o nada de lactosa.
Descubre los mitos y verdades de los lácteos en tu salud Descubre las 10 razones de salud incluir los quesos en tu dieta¿Te gustaría tener mayor información sobre el uso del queso en la cocina?
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Agregar ácido o cultivo láctico a la leche, lo que hace que se fermente el azúcar en la leche, produce queso. El requesón (Coagulación) de la leche hace que ésta se separe en semi-sólidos y suero líquido. El tipo de queso que se produce está determinado por varios factores que incluyen el tipo de cultivo, la cantidad de suero que permanezca en el requesón, cómo se procesa el requesón después de drenar el suero, la cantidad de presión que se aplica al requesón y si se pretende que el queso sea fresco o añejado. En el caso del queso añejado, se agita el requesón y en algunos casos se calienta, luego se drena el suero y el resto del requesón se sala y presiona en forma de queso. Los quesos frescos, por otro lado, se pueden hacer con requesón sin cocer o cocido, drenar el suero en varios grados y formado o sin formar. Los quesos frescos se hacen para consumirse inmediatamente y los añejos pueden dejarse madurar durante un periodo que va de semanas a años.
Cuando compre queso, asegúrese que el paquete esté perfectamente bien envuelto, hermético y sellado y observe que el queso en el interior luzca perfecto y sea atractivo. No compre ningún queso que luzca seco o sin color porque el paquete podría estar abierto. Con los quesos frescos, revise la fecha de vigencia del paquete. La mayoría de los quesos conservarán su sabor y calidad en su refrigerador si se guardan debidamente. Mantenga los quesos en el refrigerador hasta que los necesite. Una vez que lo abra, siga estos sencillos pasos para guardar el queso:
Una onza de queso natural como de queso Cheddar, Jack o Mozzarella contiene aproximadamente 20 por ciento de la ingesta diaria recomendada de calcio de una persona. Quienes son sensibles o intolerantes a la lactosa también pueden disfrutar el queso siempre y cuando coman variedades duras naturales (añejados) o suaves-maduros que contienen poca o nada de lactosa.
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